"La fermesa d'un somriure" Sebastià Serra, en la memòria
 
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El PSM opina. 10/03/2002

Entrevista a Sebastià Serra

El diari El Mundo-El Día de Baleares està publicant, amb periodicitat setmanal (edició dominical), i sota el títol genèric "1977-2002, 25 años de democracia; 1983-2003, 20 anys d'autonomia", una sèrie d'entrevistes als qui foren els polítics més rellevants durant la transició a la democràcia i el procés constituent de la Comunitat Autònoma de les Illes Balears. En l'edició de dia 10 de març publica una interessant entrevista de Francesc M. Rotger al nostre company Sebastià Serra i Busquets, que transcrivim íntegrament.

SEBASTIÀ SERRA - HISTORIADOR Y FUNDADOR DEL PSM

«Entendíamos que Baleares quedaba en la marginalidad y el tiempo nos ha dado la razón»

«Los resultados del nacionalismo de las Islas son muchas veces parecidos a los del gallego y muy superiores a los del País Valencià, Canarias o Andalucía»


SOCIALISMO, NACIONALISMO, AUTONOMIA. En 1976, todavía en los orígenes de la Transición democrática, Sebastià Serra fue uno de los fundadores del Partit Socialista de les Illes (PSI), que poco después se convertiría en el hoy Partit Socialista de Mallorca (PSM), que en la actualidad ostenta las vicepresidencias del Govern y del Consell de Mallorca. Este historiador y presidente de la Fundació «Sa Nostra» recuerda en la presente entrevista la situación política balear de aquel momento y la primera participación de su partido en unas elecciones democráticas, hace un cuarto de siglo, y comenta la implantación del nacionalismo en las Islas y lo que él entiende como contraste entre una autonomía «de vía estrecha» y la personalidad diferenciada del archipiélago.


Profesor de Historia Contemporánea de la Universitat de les Illes Balears, Sebastià Serra i Busquets (Palma, 1950) fue en 1976 uno de los fundadores del Partit Socialista de les Illes, que al año siguiente adoptaría su nombre actual de Partit Socialista de Mallorca (PSM). En 1983 es el primer portavoz de la izquierda nacionalista en el Parlament y, de 1987 a 1991, secretario segundo de la mesa de la Cámara. Ha sido concejal del Ayuntamiento de Palma desde 1991 hasta su reciente dimisión para asumir la presidencia de la Fundació «Sa Nostra».

-¿Cómo recuerda la situación política en aquella Mallorca inmediatamente anterior a las primeras elecciones democráticas de 1977, hace ahora veinticinco años?

-Se vivía una situación tremendamente estimulante, Y un momento de alto nivel participativo, en entidades, sindicatos, partidos, asociaciones de vecinos, el comienzo del movimiento ecologista, culturales. Es un momento en el que la Prensa juega un papel importante, mucha gente se intenta informar. Mallorca había cambiado mucho sobre todo desde el 74, con la crisis energética y por tanto turística. Eso había originado un problema obrero, que era relativamente nuevo. Hay una primera victoria ciudadana muy importante, que es la lucha contra el parking en lo que hoy es el Parc de la Mar de Palma, en el 76. También es una época de nuevas iniciativas artísticas.

En estos años se empieza a ver una nueva generación de gente, de estudios universitarios o técnicos o que se ha preparado de forma autodidacta, en la actividad intelectual, cultural. En este segmento hay una producción ideológica, respecto a la alternativa política. Eso va ligado con el movimiento juvenil, la educación. Hay una perspectiva de ir a la normalización democrática.

-¿Qué importancia tiene dentro de este caldo de cultivo la revindicación del autogobierno?

-Hay un sector muy importante dentro de estos colectivos, no todos, que liga democracia con autonomía. Eso recoge una cierta tradición histórica, pero también un concepto nuevo de cómo articular el Estado. Ello explica y justifica la creación de la Assemblea Democràtica de Mallorca, que es un producto del 76. Yo asistí en Madrid a la reunión de la Coordinadora de Fuerzas Democráticas y allí ya se vio que el tema de las islas les resultaba muy peculiar. Había la gran impronta de Cataluña y País Vasco y nosotros estábamos a mucha distancia del horizonte de una autonomía potente. Así y todo, todas las fuerzas democráticas el tema de la autonomía lo iban asumiendo. El 76 es el momento de la maduración del proceso. Aunque en Mallorca y Eivissa el franquismo era hegemónico, en Menorca y Formentera no.

-En ese contexto nace el Partit Socialista de les Illes.

-El PSI aglutinaba todo un conjunto de gente que ya había luchado por la democracia y que, por un lado, buscaba una alternativa para cambiar esta realidad. Naturalmente, desde el socialismo. Y por otro lado, había el principio del autogobierno, absolutamente implícito.

-El PSI cambia su nombre por el de Partit Socialista de Mallorca.

-De hecho, en Menorca existía el Movimiento Socialista de Menorca y el grupo Federalistes de Maó, que crean el Partit Socialista de Menorca. El PSI nace con voluntad balear, pero lo que se imponía era partir de unas realidades. Había una asamblea en cada isla, tenía una cierta lógica.

-En las primeras elecciones democráticas, en el 77, el todavía PSI se presenta en Baleares en coalición con el Partido Socialista Popular.

-Nosotros estábamos en la Federación de Partidos Socialistas, que era muy vital a nivel de Estado. Lo que pasa es que antes de las elecciones hubo algo así como una «opa hostil» del PSOE renovado de González y Guerra. En Cataluña crean el PSC en base al MSC, que era con el que habíamos tenido relación, y a la federación catalana del PSOE. En el País Valencià pasa lo mismo. Nosotros, ante esta «opa», tenemos un congreso y decidimos que nos mantenemos en la idea de una federación de partidos socialistas. En este congreso vino de la FPS un señor con el tiempo muy importante, Enrique Barón, que estaba de acuerdo en continuar con la federación; al cabo de nada, fue candidato del PSOE. El entendimiento con el PSP estaba en esta perspectiva: aglutinar en lo posible y mantener este nivel federal.

-Los resultados, con la victoria de UCD seguida de PSOE y AP, dejan al nacionalismo como extraparlamentario.

-En el nacionalismo había dos listas, nosotros y la Unió Autonomista, con gente como Josep Melià o Climent Garau. Es la primera vez en la Historia de Baleares que hay dos candidaturas nacionalistas. Hay un voto nacionalista. No es un gran voto. Pero dos años después, en las primeras elecciones locales, mucha gente vota autonomista o nacionalista.

-¿Por qué no existe un nacionalismo potente en Baleares, con su lengua e historia propias, como por ejemplo en Cataluña?

-Creo que lo hay. Una cosa es el porcentaje en elecciones generales y otra en las autonómicas y municipales, que ha ido creciendo, hasta el punto que hoy el nacionalismo, con dos partidos, está firmemente enraizado en las instituciones; con una presencia importante y muchas veces parecida a los resultados de Galicia, y obviamente muy superior a los del País Valencià, Canarias o Andalucía.

-En el 78, el PSM opta por la abstención en el referendum de la Carta Magna.

-En ese momento, la valorabámos. Pero no dejaba bien resuelto el tema autonómico. Baleares quedaba en una marginalidad, o lo entendíamos así. Y el tiempo nos ha dado la razón.

-¿Tenemos una autonomía marginal?

-De vía estrecha, ciertamente. Nuestra autonomía no va con la catalana, la vasca y la gallega. Tampoco con la andaluza, la navarra, la canaria y la valenciana, que la situaría en el segundo nivel, sino en el tercer gran bloque, a pesar de nuestra personalidad histórica y geográfica. También es verdad que, con un esfuerzo colectivo, se podría hacer real un autogobierno.





      

 

 




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